«Luis Amigó cuando era adolescente descubrió que el amor es el mandamiento principal de un cristiano y decidió que tenía que repartir a los demás ese amor que él recibía de Dios. Él y sus amigos se dedicaban a ir por las alquerías, que eran un grupo de casas en medio de la huerta. También iban por los barrios pobres de Valencia a visitar a las gentes de las barracas para enseñarles a leer y escribir. Organizaban clases de catequesis para los niños de primera comunión y visitaban a los enfermos para ayudarlos. Les gustaba, sobre todo, ir a la cárcel a visitar a los presos. Con ellos compartían su tiempo, les transmitían cariño y comprensión y les hablaban de un Dios que los quería como un padre».
Texto sacado del cuadernillo “La misericordia del Venerable Luis Amigó”
El 1 de Octubre todos, desde los más pequeños de Educación Infantil a los mayores de Bachillerato, celebramos con ilusión en el Colegio el día de Luis Amigó.