El jueves 7 de junio se presentó el libro de los 50 años del Colegio Luis Amigó, en un acto en el que participaron cuatro exalumnos de diferentes promociones y etapas de nuestro centro. No obstante, todos ellos coincidieron en su intervención en que el Amigó les había forjado como “buenas personas” (imágenes del acto en nuestra galería).
La jornada, que contó con una numerosa presencia de público, comenzó con unas palabras de bienvenida de nuestro director, Fr. José Manuel Durá, quien agradeció “el esfuerzo, la ilusión y el sacrificio de todas las personas que han hecho posible lo que hoy es el Colegio Luis Amigó”.
Tras recordar a los directores que han estado al frente del centro en estos 50 años (José Costa, Cruz Goñi, Luis Irazábal, José Luis Iriarte, Juan Antonio Induráin, Pedro Corella y Sisinio Bravo), destacó que la mejora continua ha sido una de las señas de esta institución a lo largo de su medio siglo de historia, “siempre hemos procurado soñar en aquello que parecía que no se podría alcanzar” añadió.
Experiencias de exalumnos del colegio
Seguidamente, tomó la palabra Ángel Viguera, quien entró como alumno en 1978 y hoy es padre de familia. Durante su intervención realizó un repaso de sus vivencias durante los años que estudió en nuestro centro, “crecimos como personas, educados en el respeto, en el compañerismo y en el amor a Dios”. Viguera también afirmó que el colegio y él han cambiado después de tantos años, “pero hay algo que permanece inalterable, porque continúo sintiéndolo como mi casa”.
Por su parte, el P. José Ángel Lostado, también exalumno y hoy religioso amigoniano en la comunidad del Colegio Santa Rita de Madrid, destacó el día a día en el colegio, poniendo el énfasis tanto en “la belleza de lo cotidiano, del gota a gota”, como en las personas que le acompañaron durante sus años de estancia en el Amigó.
David Chivite, exalumno de la primera promoción de Bachillerato y hoy profesor del colegio, afirmó que su “ser persona” se lo debe al colegio, sobre todo en lo referido a sus valores y a su vida de fe. De todo lo aprendido durante su etapa escolar, Chivite resaltó la creatividad, la participación social y el despertar de su conciencia crítica, “aspectos que, más allá de los contenidos curriculares, intento transmitírselos ahora a mis alumnos”.
En el acto también participó el Superior Provincial de los Religiosos Amigonianos, el P. Jesús Mª Etxetxikia, también exalumno del Colegio Luis Amigó. Él quiso recordar a aquellos alumnos que llegaban a nuestro centro porque habían sido expulsados de otros. De ellos afirmo que, “sin duda, están en el corazón de cada uno de nosotros”. El Padre Etxetxikia también destacó que la celebración de estos 50 años no solo debe ser “memoria del pasado, ya que estamos aquí porque antes han estado otros”; sino también “profecía de futuro, siendo una familia que acoge a todos, que está cercana, que acompaña y que crece en el amor”.
Un libro, o revista, sobre nuestros 50 años
Finalmente, intervino el P. Juan Antonio Vives, autor de la publicación “Bodas de Oro del Colegio Amigó. 1968-2018”, a la que definió como revista y no como libro porque “está hecha para verla y volverla a ver, como los álbumes de fotos”.
El Padre Vives afirmó que la parte central de la revista, de 336 páginas, está dedicada a los alumnos, y junto a ellos sus profesores y directores, ya que “son la parte más importante de la institución, a pesar de que muchas veces en los organigramas tiendan a ponerse al final”.
La publicación se estructura en diez apartados y tres apéndices. Comienza con los años anteriores a la inauguración del Colegio Luis Amigó, repasando la fundación de la congregación y las instituciones anteriores de los Religiosos Amigonianos en Navarra, es decir, el Reformatorio Ntra. Sra. del Camino de Huarte, más conocido como Olaz Chipi (1923-1941); y el Colegio Seminario San Antonio (1929-1968).
Posteriormente, desgrana la historia del Colegio Luis Amigó en cinco bloques, uno por década, y dedica dos capítulos a su función como seminario menor, desde 1968 hasta 1999, y como noviciado, entre 1972 y 1977, de los Religiosos Amigonianos.
El resto de apartados se dedican a la pastoral en el colegio, el Club Deportivo Amigó, las actividades lúdico-deportivas-culturales, la residencia Lagun Etxea, efemérides significativas y el hoy de la institución. Los tres apéndices recogen la relación nominal de los religiosos que han pertenecido a las comunidades de los Colegios San Antonio y Luis Amigo, así como los nombres de los seminaristas que pasaron por estos dos centros, entre 1929 y 1999.
